Manuel Palma, presidente decano de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, cierra el ciclo de conferencias del Seminario en Valores de este curso en CEU Andalucía

El título de su ponencia fue Educar para la búsqueda de la Verdad a partir de Veritatis Gaudium del Papa Francisco

SEVILLA (2022.06.06) El presidente decano de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, Manuel Palma Ramírez, participó en la última sesión del Seminario en Valores del curso en CEU Andalucía. Con esta iniciativa, la Dirección de Pastoral y Voluntariado tiene como objetivo ofrecer al personal docente y no docente de la Fundación San Pablo Andalucía CEU un espacio de reflexión sobre temas de actualidad, con invitados que son referentes en distintos ámbitos.

Bajo el título Educar para la búsqueda de la Verdad a partir de Veritatis Gaudium del Papa Francisco, el sacerdote abordó los principales puntos de este texto, constitución apostólica que tiene como finalidad relanzar los estudios eclesiásticos -Teología, Derecho Canónico, Filosofía- en el contexto de una nueva etapa de la misión de la Iglesia.

Fue presentado por el P. Leonardo Sánchez, director de Pastoral y Voluntariado de CEU Andalucía, que destacó la labor investigadora del ponente y le agradeció su presencia para cerrar el ciclo de conferencias que han tenido lugar este año, enmarcadas en el lema de este curso sobre la Alianza Educativa.

En primer lugar, Manuel Ramírez, explicó la finalidad del documento, “en el comienzo se inspira en el conocido pasaje de las Confesiones de San Agustín, ahondando en la clave interpretativa de la inquietud del hombre de todos los tiempos, impulsado por el deseo de la verdad. El texto especifica que la verdad que hay que buscar no es una idea abstracta, sino una persona: es Jesús, el Hijo de Dios, el Hijo del hombre”.

A continuación, señaló que la constitución apostólica hace un recorrido desde el Concilio Vaticano II hasta nuestros días, “indica los pasos que han caracterizado el camino de reforma de los estudios realizados a partir de 1965, fecha en que finalizó”. En este punto, recalcó que “no se puede ignorar un punto esencial: la invitación a superar la brecha entre teología y pastoral, entre fe y vida y, al mismo tiempo, no dispersar nada de los grandes resultados obtenidos, gracias a las contribuciones iluminantes del Magisterio de la Iglesia”.

El núcleo central del nuevo enfoque se basa “en la renovación sabia y valiente que se requiere para una transformación misionera de una Iglesia en salida”. En este sentido, Manuel Palma adelantó que “la evangelización que se propone en el documento solicita que los estudios eclesiásticos ayuden a la Iglesia a enfrentar el cambio de época que vivimos, adoptando un cambio radical de paradigma”. A este respecto, añade que “el Papa propone una visión no abstracta, ni efervescente, sino humanística de la cultura, con la cual se deben confrontar el hombre y la Iglesia, pero, sobre todo, sus instituciones académicas”.

En este punto, aludió a la introducción de Veritatis Gaudium, donde se indican cuatro criterios a tener en cuenta de aquí en adelante. “Se invita a partir nuevamente del Kerygma, que nos introduce en un misterio que tiene sus raíces en la Trinidad, pero que se concreta en un pueblo peregrino y evangelizador.  Se establece la necesidad de desarrollar una cultura del encuentro y de la unidad del saber, como antídoto contra la fragmentación presente en las instituciones académicas. Por último, se anima a crear redes entre las distintas instituciones”.

Para concluir, explicó que el Papa Francisco dedicó el último punto al tema de la investigación, impuesta a las instituciones eclesiásticas por las nuevas dinámicas sociales y culturales de la época actual, “la Iglesia en el cumplimiento pleno de su misión salvífica no puede limitarse a evangelizar a cada persona, sino que debe proclamar el Evangelio a las culturas en su totalidad”.